
La mejor manera para iniciar el cambio en una organización, es plantear una nueva idea en la mente de los participantes, y si ello se hace de manera dinámica y reflexiva, el impacto puede ser muy alto.
Los contenidos que se presentan, pueden ajustarse en la forma (presenciales o virtuales), en la cantidad de horas y en la dinámica de trabajo, siempre velando porque los participantes obtengan elementos de aplicación práctica para su propia mejora.



















